El impuesto sobre las ganancias de las empresas o impuesto corporativo sobre la renta es uno de los indicadores más significativos que caracteriza la atractividad de una jurisdicción para negocios extranjeros e inversiones externas.
Estonia, un pequeño país en el norte de Europa, ha atraído la atención de muchas empresas e inversores internacionales en los últimos años gracias a su entorno innovador y emprendedor. Sin embargo, uno de los factores clave que contribuyen a su atractividad empresarial es su sistema fiscal. Analicemos por qué el clima fiscal en Estonia se considera uno de los mejores en Europa.
Cómo un pequeño país se convirtió en líder en desarrollo económico e innovaciones
Este país europeo no solo sigue las tendencias de digitalización, sino que las establece. Un ejemplo es la implementación del concepto de e-Residency, que permite a personas de todo el mundo hacer negocios en la Unión Europea utilizando servicios digitales locales. Esto, a su vez, ha atraído la atención hacia otros aspectos del entorno empresarial del país, en particular su sistema fiscal.
Política fiscal abierta: ¡la clave para el éxito de su negocio!
Investigaciones del Banco Mundial y otras organizaciones internacionales han demostrado que los países con un sistema fiscal más simple y comprensible tienen un crecimiento económico más rápido y atraen más inversiones extranjeras que los países con un sistema fiscal más complejo y confuso.
El clima fiscal local se destaca por su simplicidad e innovación. Por un lado, la linealidad y previsibilidad de las tasas fiscales hacen que la planificación financiera sea más transparente y comprensible para los empresarios. Por otro lado, soluciones fiscales únicas, como la exención de impuestos sobre dividendos y un sistema fiscal territorial, ofrecen ventajas económicas reales para negocios internacionales y locales.
Transformación de la economía a través de reformas fiscales progresivas
Es importante destacar que el éxito de Estonia en crear un clima fiscal favorable no es casual. Es el resultado de una estrategia consciente del gobierno para atraer inversiones y estimular el crecimiento económico. Este ejemplo demuestra cómo las innovaciones y reformas progresivas pueden transformar la economía y crear un entorno propicio para los negocios y las inversiones.
Este enfoque ha hecho que este país no solo sea un actor líder en la región báltica, sino también un modelo a seguir en el mundo. Gracias a su política, el país atrae la atención de compañías internacionales que buscan un lugar estable pero flexible para desarrollar su negocio. Este ejemplo prueba que incluso los pequeños países pueden jugar un papel clave en la economía mundial, ofreciendo soluciones innovadoras y efectivas.
SISTEMA FISCAL DE ESTONIA
# 1 en el Índice de Competitividad Fiscal Internacional
Estonia es una de las jurisdicciones más cómodas y eficientes en Europa para establecer una empresa y desarrollar su negocio, ya que su sistema fiscal se caracteriza por su simplicidad y transparencia.
¡El sistema fiscal más atractivo del mundo!
Durante los últimos 10 años, Estonia ha encabezado el Índice de Competitividad Fiscal Internacional de la OCDE (1er lugar, International Tax Competitiveness Index). Esta alta posición se debe principalmente a que aquí se aplica una tasa del 20% sobre el ingreso corporativo, que solo se extiende a las ganancias distribuidas.
Ventajas del clima fiscal de Estonia
Además, hay un impuesto fijo del 20% sobre la renta personal, que no se aplica a los ingresos personales en forma de dividendos. Además, el impuesto a la propiedad existe solo en forma de impuesto a la tierra, que se calcula según el valor catastral del terreno y no según el valor real del inmueble. Finalmente, el país opera un sistema fiscal territorial, que exime completamente las ganancias obtenidas por empresas en jurisdicciones extranjeras de la tributación interna.
IMPUESTO CORPORATIVO EN ESTONIA – 0%
Ausencia total de impuesto corporativo sobre la renta en las ganancias no distribuidas
En Estonia, no existe impuesto corporativo sobre la renta para ganancias no distribuidas o reinvertidas. Las ganancias obtenidas en el curso de actividades comerciales, que no se distribuyeron entre los fundadores como dividendos, no están sujetas al impuesto corporativo sobre la renta.
La principal ventaja del entorno empresarial y la política fiscal en Estonia es la tasa del impuesto corporativo aplicada en el país sobre las ganancias no distribuidas, que es del 0%.
Esto significa que todos los ingresos que la empresa ha acumulado en sus cuentas como ahorros o reinvertido de alguna manera (compra de equipo, desarrollo de software, inversiones en valores u otros instrumentos financieros, y mucho más)
TRIBUTACIÓN DE DIVIDENDOS
Impuesto corporativo sobre la renta en los pagos a los fundadores
La obligación de pagar el impuesto corporativo surge para las empresas solo en el momento del pago de dividendos o la realización de otros pagos no relacionados con actividades comerciales a los fundadores u otros terceros.
Impuesto a los dividendos
Cuando se distribuyen las ganancias de la empresa entre sus fundadores, se aplica una tasa del 20% (20/80 del monto bruto del pago). En caso de pagos regulares de dividendos, es posible aplicar una tasa de impuesto sobre la renta del 14% (14/86 del monto bruto del pago).
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